
Un estudio en Inglaterra ha puesto el foco en la relación maternidad-trabajo, y llega a una conclusión devastadora: económicamente, ser madre y tener un trabajo no vale la pena. La razón: el costo que implica a una madre estar disponible para trabajar.
La revista Stylist realizó una encuesta en la que llegó a la conclusión de que las madres trabajadoras no deberían molestarse, pues tras la deducción de los gastos de canguros, transporte, ropa para el trabajo y comida en la oficina o el sitio de trabajo, una madre sólo lleva a casa el 10% de su salario.
2.000 mujeres participaron en la encuesta, dirigida a trabajadoras en la franja de los 34 años. El estudio apunta que una mujer sin hijos lleva a casa 688 libras al mes en promedio, mientras que una con hijos sólo consigue aportar 268 libras al mes.
La conclusión del estudio: Si acaba tu baja por maternidad, no vale la pena volver al trabajo para pagar que alguien cuide a tu bebé.