
Eso depende de lo que nos cobren en comisiones e intereses. Ciertas tarjetas son más convenientes que el uso de efectivo (las tarjetas de débito con las que se nos reintegran porcentajes de los gastos, por ejemplo). Decidir cuántas y qué tarjetas nos conviene conservar para hacer un mejor uso de nuestro dinero es algo que, como en todas las decisiones financieras, involucra investigación y análisis.
¿Qué factores debemos considerar al momento de elegir o desechar una tarjeta?
El primer factor es el costo de su mantenimiento. En el caso de una tarjeta de débito tiene un muy amplio espectro: hay bancos que sólo cobran 4,51 euros anuales, pero otros llevan esta comisión hasta los 25 euros. Lo mismo pasa en lo que se refiere a las tarjetas de crédito: mínimo de 13,52 euros y máximo de 47 euros.
Hay que eliminar, en ambos casos, las de mayor costo.
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